El propósito de mi instrucción es que todos los creyentes sean llenos del amor que brota de un corazón puro, de una conciencia limpia y de una fe sincera;
1 Timoteo 1:5 NTV
La influencia positiva de las mascotas en la salud y bienestar de los seres humanos es bien reconocida y comprende los aspectos psicológico, fisiológico, terapéutico y psico-social. La función como facilitadores en la terapia asistida motivacional y física de numerosas enfermedades, ha permitido que los efectos benéficos de la tenencia de animales sean empleados en el ámbito terapéutico.
Adicionalmente, la compañía de mascotas se ha reconocido como un factor protector contra enfermedades cardiovasculares y reductor del estrés de sus propietarios: son un soporte psicológico, reducen la sensación de soledad y permiten la interacción de sus propietarios con el edio social que los circunda.
Estas relaciones hombre-animal implican algunos riesgos zoonóticos que es necesario
minimizar, en especial en personas inmunocomprometidas; es aquí donde el médico veterinario debe cumplir una importante función en la asesoría para la tenencia responsable
de las mascotas. Así mismo, es esencial que el propietario conozca cuales son las obligaciones legales de la tenencia de una mascota.
Varios factores han favorecido el incremento del número de animales de compañía en las grandes ciudades del mundo, como: la demanda de mascotas para llenar espacios afectivos en los entornos familiares, el aumento en la capacidad económica de las clases sociales, permitiéndoles asumir gastos anteriormente no contemplados en su presupuesto, y el fenómeno de desplazamiento de poblaciones campesinas desde las áreas rurales, trayendo consigo la cultura de la posesión de animales.
Efectos de las mascotas
Numerosos son los estudios que han demostrado como las mascotas influyen de manera positiva en la salud y en el bienestar humanos. Las investigaciones científicas han clasificado estos efectos en cuatro áreas específicas: terapéuticos, fisiológicos, sicológicos y sicosociales.
Terapéutico Los animales como recurso terapéutico pueden ser incluidos en los
tratamientos como terapia asistida motivacional o como terapia física. La primera tiene como objetivo introducir a un animal de forma permanente o con una regularidad específica en el entorno de una persona, con el fin de permitir que se establezca una unión afectiva. Esta metodología ha sido utilizada en pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), enfermedad de Alzheimer y diversos trastornos sicológicos; se ha instaurado en hogares para la tercera edad , cárceles, hospitales e instituciones siquiátricas. Este tipo de terapia ha potenciado la rehabilitación de pacientes con afecciones cardíacas y ha incrementado el porcentaje de supervivencia de la enfermedad coronaria. Recientemente, hay un gran interés por conocer los efectos de la presencia de animales cómo parte de los ambientes laborales.
Pensando en las personas que se han recuperado y en las que aún tienen capacidad de vivir de forma independiente, algunas instituciones han diseñado programas especiales. Uno de los programas es la asistencia permanente de voluntarios,
para que cubran las necesidades físicas de las mascotas, también han logrado vincular benefactores para que el factor económico no sea una dificultad. Otra modalidad de programa es entregar a una mascota adulta en forma de “préstamo” como compañero permanente durante el tiempo en que la persona sea autónoma, en circunstancias de enfermedad temporal son atendidos por voluntarios, y en el caso de incapacidad permanente o muerte estas mascotas son situadas en otros hogares. Una organización de voluntarios muy reconocida en los Estados Unidos es “Pets Are a Wonderful Support” (PAWS), donde prestan asistencia a las mascotas de personas con SIDA. Esta organización en sus 10 años de funcionamiento tiene aproximadamente 500 clientes y colaboran en todos los menesteres necesarios para que los dueños puedan continuar con sus mascotas a pesar del avance de la enfermedad.
La terapia física es otra forma de obtener efectos terapéuticos a través de los animales, la forma más conocida es la equinoterapia, la cual inició en Europa hace aproximadament
e 50 años y rápidamente se ha ido extendiendo a innumerables países. Esta terapia se ha convertido en una herramienta para incrementar las habilidades físicas basándose en el movimiento multidimensional del caballar. Permite mejorar la función motora, el tono muscular, la postura, el equilibrio, la coordinación y la ubicación sensomotora. Ha sido utilizada en pacientes con síndrome de Down, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, retraso en el desarrollo y trauma cerebral. El movimiento del caballo efectúa en el jinete un estiramiento pasivo y activo, estimula el equilibrio al desplazar rítmica y constantemente el centro de gravedad, moviliza la pelvis, médula espinal y articulaciones en un patrón similar del caminar. Grupos musculares profundos que no son accesibles en una terapia convencional son estirados y fortalecidos con los movimientos del caballo. Interactuar con un caballo provee estimulación visual, táctil y olfatoria. Adicionalmente, se reportan mejorías en el habla, las funciones cognitivas, mayor desarrollo del lenguaje y ayuda a desarrollar paciencia, responsabilidad y control emocional.
Fisiológicos La tenencia de mascotas es un factor protector para las enfermedades cardiovasculares, pueden modificar varios factores de riesgo: se disminuye la presión arterial, se reduce la frecuencia cardíaca, la ansiedad y el estrés por soledad y se liberan endorfinas al acariciar a las mascotas. Los dueños de perros tienen una mayor actividad física en comparación con aquellos que no los poseen, y como consecuencia los primeros tienen en general una mejor salud, reflejándose en un menor número de consultas médicas. En un estudio realizado por Lynch con pacientes cardiópatas que fueron dados de alta de la unidad de cuidados intensivos, se determinó que el factor más influyente en la supervivencia y la recuperación de estos, fue la severidad del daño en el miocardio, seguido por la tenencia de mascotas. La mortalidad en el primer año de recuperación, fue cuatro veces mayor en pacientes que no tenían animales. En Australia, la obesidad es una preocupación de la salud pública. Una forma de promoción del ejercicio, ha sido mediante la tenencia de un perro. En este país se ha estimado que habría un ahorro potencial de 175 millones de dólares en servicios del área de la salud, si todos los propietarios de perros caminaran diariamente durante 30 minutos con su mascota. Recientemente, se han realizado estudios para determinar si la tenencia de gatos y de perros puede influir sobre el desarrollo de enfermedades alérgicas como el asma, la atopía y la rinitis alérgica. Los autores Me
er et al y Hesselmar et al concluyeron que tener un perro o gato como mascota durante los primeros años de vida es un factor protector contra las enfermedades alérgicas ya mencionadas. Estos autores plantean una hipótesis para tales resultados: la exposición microbiana a temprana edad puede proteger contra enfermedades alérgicas por una posible variación de la respuesta inmune de linfocitos hacia el tipo no alergénico. Una exposición a temprana edad es hasta los 6 años, y la protección adquirida dura a través de toda la adultez, independiente de la presencia de un perro o un gato en esta etapa de vida.
Sicológico El vínculo entre las personas y los animales ha sido sujeto de numerosos estudios en los cuales se han evaluado los atributos de esta relación sobre la salud mental. Las mascotas ayudan a disminuir las alteraciones psicológicas, reducen la sensación de
soledad e incrementan el sentimiento de intimidad, conduciendo a la búsqueda de la conservación de la vida en personas enfermas. En estados de depresión, estrés, duelo y aislamiento social, las mascotas se convierten en un acompañamiento incondicional, aumentando la autoestima y el sentido de responsabilidad, que necesariamente genera una mejor integración con la sociedad. Las mascotas permiten que se desarrolle el sentimiento de apego en los niños. En un estudio realizado por Wood et al los autores encontraron que los dueños de mascotas rara vez o nunca se sentían solos, les era fácil entablar nuevas amistades y tenían un mayor número de personas a quien recurrir ante una eventualidad o crisis, en comparación con personas sin mascotas.
Sicosocial Es tanta la influencia que tienen las mascotas en la vida comunitaria, que se han descrito como antídoto para el anonimato humano en los sitios públicos de la actual sociedad, promoviendo así la interacción entre personas desconocidas. Un estudio realizado por Wood et al demostró que los propietarios de animales tienen una mayor facilidad de socialización, de establecer el vínculo de la confianza en las relaciones interpersonales y de tener una mayor participación en eventos comunitarios y apropiación de parques y otras áreas recreativas con su mascota. Los vecinos frecuentemente se solicitan favores que giran en torno a la mascota, creándose un lazo de alta confianza, solidaridad y gratitud entre ellos. Esto hace que se trascienda más allá de la relación propietarios-mascota. El sentido de la reciprocidad es uno de los pilares fundamentales de una comunidad y las mascotas son un catalizador que encaminan a los propietarios y demás integrantes hacia este.
NUESTRAS MASCOTAS SON PARTE IMPORTANTE EN NUESTRAS VIDAS, DEBEMOS DE COMENZAR A VERLOS COMO MIEMBROS IMPORTANTES EN NUESTRAS VIDAS.
recuerda que el amor no se mide por la raza y que la adopción es un acto de amor, cualquier puede comprar pero solo los de un corazón noble son capaces de adoptar un animalito sin hogar.
El propósito de mi instrucción es que todos los creyentes sean llenos del amor que brota de un corazón puro, de una conciencia limpia y de una fe sincera;
1 Timoteo 1:5 NTV
Holaa